Nuevo estatuto y nuevas normas de la FPF

Nuevo estatuto y nuevas normas de la FPF

2017-06-05 | Por Freddy Ames

El Presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), señor Edwin Oviedo, ha señalado que, para mejorar el desempeño del fútbol peruano, se debe potenciar el trabajo en la división de menores de los clubes profesionales de fútbol, y que la FPF destinará US$ 50 mil para cada club, con la finalidad que lo inviertan en la formación de menores. También indicó que la FPF será más estricta en cuanto a verificar la infraestructura con que cuentan los clubes, y que el acceso a las licencias para el próximo año FIFA será el inicio del cambio.

 

Coincidimos con el Presidente de la FPF en que la piedra angular del desarrollo del fútbol nacional descansa en un buen trabajo en la división de menores de los clubes, pero discrepamos con que baste con obligarlos a contar con infraestructura y una buena labor en la formación de menores. Esta decisión debe venir aparejada de una rentabilidad esperada, que incentive a los clubes a formar jugadores con nivel excepcional para la competencia internacional.

 

Las normas vigentes no incentivan a los clubes a invertir en el fútbol de base. Por ejemplo: a los 18 años, un jugador peruano formado desde niño, si le da la gana, puede irse de su club y no pasa nada; no existe ningún documento o norma que respalde al club que le garantice recuperar su inversión, los derechos de formación son mínimos y exigen un trámite engorroso y burocrático para hacerlos efectivos.

 

En múltiples oportunidades hemos dicho que deseamos que la FPF promulgue normas que nos permitan, en el tiempo, recuperar la inversión en la formación de menores, como así ocurre en Argentina, México y Colombia. En esos países a nadie se le ocurre apropiarse de un jugador formado en su club de origen hasta que el propio club les dé su carta pase libre.

 

Allá los representantes de los jugadores respetan a los clubes y no están como buitres esperando que algún jugador haga una pequeña diferencia para ofrecerles el oro y el moro, sin importar el despojo que generan al club que invirtió en ellos.

 

El caso de Paolo Guerrero es sintomático. Alianza Lima nunca se vio beneficiado de su transferencia internacional a Europa. Una vez cumplidos los 18 años de edad, su representante lo ubicó en Alemania y no le importo un comino llegar a un acuerdo con el club que lo formó, pues sabía que no era necesario y que no existían leyes o normas que lo impidieran. Este agente, hoy, en Argentina, habría sido sepultado.

 

Entonces, ¿qué le pasa al Presidente de la FPF? ¿No tiene asesores? Y si los tiene, deben estar gozando de las altas remuneraciones que perciben sin que justifiquen, con su trabajo, la razón de haber sido contratados.

 

Quien escribe esta entrada es un Presidente de un club profesional, que sabe lo que el fútbol peruano necesita. No queremos que nos regalen nada; sólo pedimos reglas claras e incentivos para formar jugadores de calidad; es más, estamos dispuestos a importar instructores y técnicos de las mejores ligas de Europa y de América, pero sin retorno de la inversión y sin normas aparentes no habrá coerción que nos obligue a ser diferentes.

 

Observando el partido que disputaron los equipos de los clubes River Plate, de Buenos Aires, y Mariano Melgar, de Arequipa, por la Copa Libertadores, con envidia escuchaba que hasta 3 jugadores formados en las canteras de River ya tenían ofertas de Europa, la más baja de € 15 millones.

 

¿Qué tienen ellos que no tenemos nosotros? La respuesta: buenos dirigentes, que han visto en el fútbol una industria que rinde réditos invirtiendo con propiedad.

 

Nos duele en el alma ver que nuestra selección haya sido eliminada de disputar un mundial más, que nuestros equipos no pasen la primera ronda de cualquier copa intercontinental. Creemos que la culpa es compartida  por los dirigentes de los clubes que tienen años en el cargo sin haber adquirido más conocimiento, que siguen viviendo de la historia y que se alimentan de pequeños resultados y de jugadores que ya dieron su cuota y no sé por qué razones los mantienen aún; por los mismos jugadores que se sienten cómodos percibiendo sueldos superiores a la media del mercado latino; por los técnicos que no se han capacitado y que viven del conocimiento adquirido en escuelas nacionales de dudosa reputación; y, por los dirigentes de la FPF que –me imagino- piensan que no es su problema y que están sólo para administrar ingentes cantidades de dinero, en apoyo a comandos técnicos que presentan desastrosas selecciones, y por algunos periodistas deportivos que no dicen la verdad, y que venden ilusiones al pueblo, pese a lo mal que nos encontramos.

 

Desde este blog lucharemos, incansablemente, para que algún día, no muy lejano, nuestro fútbol querido pueda competir de igual a igual con cualquiera.

 

Escrito, en Lima, el 23 de mayo de 2017.

Contacto