Bolivia ya dio la primera campanada

Bolivia ya dio la primera campanada

2017-06-05 | Por Freddy Ames

 En el imaginario popular se piensa que el fútbol boliviano está uno o dos escalones por debajo del nuestro. Lo cierto es que, con los resultados obtenidos por los equipos The Strongest y Jorge Wilstermann en la presente Copa Libertadores, este concepto debe cambiar sustancialmente. La semana pasada el The Strongest apabulló, sin atenuantes, al campeón peruano, Sporting Cristal, por 5-1 y lo sacó de competencia.

 

En el lapso de un año, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) tuvo 2 presidentes. El primero de ellos, Carlos Chávez, fue detenido por los graves actos de corrupción que detectó la fiscalía de New York; y, el segundo, Rolando López, tuvo que verse obligado a renunciar a raíz de la sanción que emite la FIFA, restando puntos a su selección nacional, y además por haber cometido una serie de delitos comunes.

 

Los clubes, cansados de la informalidad y la corrupción que rodeaba a la FBF, deciden ellos mismos reestructurar el fútbol profesional boliviano y nombran una comisión que redacta una serie de recomendaciones, que van desde mejorar el sistema de campeonatos, la infraestructura, el espectáculo, el trabajo en menores y la presencia de jugadores extranjeros en los equipos. Se fijan como objetivo mayor clasificar al mundial de Catar 2022.

 

Pero –dicen- algo tenemos que hacer a nivel de clubes en lo inmediato. En ese sentido, deciden incrementar el número de jugadores extranjeros en cancha por equipo y contratar a los mejores técnicos del mercado sudamericano. La decisión tomada tiene sentido. Si se incorporan buenos jugadores extranjeros y si suman a ello buenos técnicos, el campeonato debe mejorar; por ende, el nivel de los jugadores nacionales también progresará.

 

Los mejores clubes de fútbol del mundo se nutren de jugadores sin frontera. Por ejemplo, el tridente del Barcelona es sudamericano: Neymar de Brasil, Suarez de Uruguay y Messi de la Argentina; el tridente del Real Madrid es ajeno a España: Cristiano Ronaldo, de Portugal; Karim Benzema, de Francia; y, Garet Bale es de Gales. Nadie discute la nacionalidad y, sin lugar a dudas, son los clubes con la mayor cantidad de seguidores del mundo, y los que más atención merecen.

 

Entonces la decisión de los clubes bolivianos es la correcta, sólo si los jugadores extranjeros hacen la diferencia en su país de origen. Un amigo de Cochabamba me dice que en su liga hay jugadores argentinos, brasileños, paraguayos e inclusive españoles. Le pregunto por algún jugador peruano. Me dice que no hay, y que hubo, hace algunos años, un ex delantero de Universitario de Deportes que jugó en Oriente Petrolero, pero su presencia fue intrascendente.

 

Conversaba con un dirigente de un importante club de la primera división profesional peruana. Le decía que era de suma urgencia tomar decisiones que obliguen a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) a reestructurar, en todos los niveles nuestro deporte rey; que la imposición de licencias no cambiaría nada o casi nada, ya que el grave problema está en las normas que permiten que el fútbol amateur dirija nuestros destinos; que el estatuto de la FPF, hecho a la medida de los anteriores presidentes, permite la reelección indefinida de sus dirigentes y; por ende, la política de la conveniencia prima en las decisiones de la alta dirigencia.

 

El fútbol boliviano ya dio la primera campanada. De no hacer nada, les aseguro que seremos los últimos de Sudamérica en los próximos años.

 

Escrito, en Lima, el 09 de mayo de 2017.

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