En el Perú la pelota sí se mancha

En el Perú la pelota sí se mancha

2019-12-30 | Por Freddy Ames

La mediocridad de nuestro fútbol hace que, para algunos dirigentes, el fin justifique los medios; vale todo. ¿Qué fines persiguen? Mantener al equipo del club en la categoría, ascender a la siguiente categoría, conseguir un título o un cupo a la Copa Libertadores o Copa Sudamericana, o vencer al rival a como dé lugar para pasar a una siguiente etapa, caso de los equipos que disputan el campeonato denominado Copa Perú.

A lo largo de los años hemos denunciado muchos hechos irregulares, nunca tuvimos eco, pero lo sucedido en el 2019, que culminará pronto, es lamentable y vergonzoso, por decir lo menos.

Pese a nuestra oposición y de los demás clubes que integramos la Liga 2 del fútbol profesional, por no contar con recursos económicos, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) creó un campeonato paralelo denominado Copa Bicentenario, similar a la Copa del Rey, de España. Enfrenta a los equipos de la Liga 1 con equipos de la Liga 2, a todas luces desigual: por número de equipos, 18 equipos de la Liga 1 versus 12 equipos que conforman la Liga 2; por presupuesto, los equipos de la Liga 1 cuentan con un gran auspicio económico de un canal de cable, que le permite contratar mejores jugadores y solventar sus gastos; ningún club de la Liga 2 recibe un solo centavo directo de la T.V. por la transmisión de sus partidos de fútbol.

Pese a la diferencia abismal en presupuesto, por número de equipos y calidad de jugadores, dos equipos de la Liga 2 llegaron a las semifinales, con el incentivo de que el campeón de la Copa Bicentenario tendría un cupo para disputar la Copa Sudamericana.

Los equipos que llegaron fueron: por la Liga 1, Sport Huancayo, de la ciudad del mismo nombre, y Cantolao, de Lima; y, por la Liga 2, Deportivo Coopsol, de Lima, y Atlético Grau, de Piura.

A Deportivo Coopsol le tocó enfrentarse con Atlético Grau, en partidos de ida y vuelta. En el partido que se disputó en la ciudad de Huacho, el árbitro estuvo abiertamente a favor del Club Atlético Grau, expulsó un jugador de Deportivo Coopsol, sin merecerlo, no cobró un penal a favor, pitó un penal inexistente y convalidó un gol a favor de Atlético Grau.

Hicimos la denuncia respectiva, pedimos que el partido se anulara, fuimos recibidos por el Presidente de la FPF, Agustín Lozano, quien, con el personal técnico, confirmó que el árbitro perjudicó, groseramente, a Deportivo Coopsol, pero no podían anular el partido, sólo sancionar al juez. En realidad, nos sentimos timados y tristes al ver que no se escuchó, ni se respondió nuestra reclamación conforme a derecho.

Ya en el campeonato de la Liga 2, Deportivo Coopsol llega al Cuadrangular de Ascenso, dos cupos más para la Liga 1, que debían disputar el segundo y el tercero de la Liga 2, con el segundo y tercero de la Copa Perú.

Casualmente, por la Liga 2, llegan también los clubes Deportivo Coopsol y Atlético Grau; y, por la Copa Perú, los equipos de los clubes Deportivo Llacuabamba, de Pataz, y Sport Chavelines, de Pacasmayo, ambas provincias de La Libertad. Sistema de juego, todos contra todos, tres partidos por equipo; ascienden dos, los que acumulan mayor puntaje de los nueve puntos en disputa.

El primer partido del Cuadrangular que se juega es entre los equipos de los clubes Deportivo Coopsol vs. Atlético Grau, venciendo éste último por dos a cero. Nos quedamos a ver el segundo partido entre Deportivo Llacuabamba y Sport Chavelines. La sorpresa fue grande al observar que casi todos los jugadores que se enfrentaban entre sí eran profesionales, según los dirigentes de la Copa Perú, fueron recalificados como aficionados; tomamos nota. El vencedor de este partido fue Deportivo Llacuabamba por dos goles a uno.

La segunda fecha del Cuadrangular jugó Atlético Grau vs. Sport Chavelines. Culminó con el marcador de cero a cero, en un partido muy disputado. Deportivo Coopsol empató esta fecha uno a uno con Deportivo Llacuabamba.

Al culminar la segunda fecha del cuadrangular, dos equipos contaban con cuatro puntos, Atlético Grau y Deportivo Llacuabamba, y dos con un punto, Deportivo Coopsol y Sport Chavelines.

La final del Cuadrangular obligaba a Deportivo Coopsol a golear a Sport Chavelines, y esperar que uno de los dos equipos que jugaban el partido final, Atlético Grau o Deportivo Llacuabamba, perdiera por cualquier marcador.

Consciente de la necesidad de sumar puntos y tener una diferencia importante en goles, Deportivo Coopsol derrotó a Sport Chavelines por cuatro a cero. Ahora sólo esperar que Atlético Grau hiciera lo propio contra Deportivo Llacuabamba, por la calidad de sus jugadores, por decencia y por la experiencia de su Comando Técnico.

Desde el primer minuto de juego nos dimos cuenta que algo sucedía en la cancha. Los jugadores de Atlético Grau y Deportivo Llacuabamba no estaban jugando al nivel de sus partidos anteriores, mucha displicencia, hecho que se acrecentó en el segundo tiempo. Era evidente que se habían puesto de acuerdo para no hacerse daño, pasaron los minutos la pelota nunca llegó al arco rival. Terminó el encuentro con un cero a cero, que, en el papel, clasificaba a ambos equipos a la Liga 1, por haber acumulado cinco puntos cada uno. El ‘fair play’, la decencia, el amor propio, la ética en el deporte fueron enterrados ese día: un sábado, 14 de diciembre de 2019.

La indignación fue total. Periodistas que cubrían la tarde de fútbol, inclusive aquéllos que cubren el fútbol aficionado estaban indignados por el amaño del partido entre los equipos de los clubes Atlético Grau y Deportivo Llacuabamba.

Como es lógico suponer, al día siguiente hábil, la dirigencia de Deportivo Coopsol presentó dos reclamaciones ante la Comisión de Justicia de la FPF, y una tercera ante la Oficina de Integridad de la FPF, debidamente sustentados. La primera: pidiendo la descalificación de toda competencia deportiva, presente y futura, para los clubes Deportivo Llacuabamba y Sport Chavelines Juniors, por haber violado abiertamente los reglamentos de la Copa Perú y de la FIFA, al incorporar jugadores profesionales a sus equipos, recalificados como aficionados, cuando en realidad actúan y perciben ingresos como profesionales, inclusive mayores a los que perciben los jugadores de la Liga 1, hecho que es sancionado drásticamente por la FIFA, ya que configura fraude a la ley.

Y, por otra parte, solicitamos también descalificar a los clubes Atlético Grau y Deportivo Llacuabamba por el amaño del partido que disputaron ambos y que fue observado por todos los presentes al estadio y por los televidentes que sintonizaron el encuentro.

Y ante la Oficina de Integridad de la FPF, su gerente estuvo en el estadio esa tarde, presentamos un recurso pidiendo que se investigue este grave hecho que empaña el juego limpio que propugna la FIFA y que se pronuncie solicitando la descalificación de los clubes Atlético Grau y Deportivo Llacuabamba.

Decíamos al inicio del presente artículo que no importa los medios que utilices, lo que importa es que consigas el fin que anhelas. Ese postulado para los hombres de buena fe e instituciones honestas no existe. Creemos que el fútbol es el camino de la reivindicación de los pueblos y para el Perú será el motor de su desarrollo y de su esencia como nación. Debe reflejar el amor a la patria, debemos sentirnos orgullosos de ver que esta institución privada resurge sobre todas y es ejemplo que todos queremos alcanzar.

Hay personas que manchan la pelota con sus actos. Esperamos que la Comisión de Justicia y la Oficina de Integridad de la FPF estén a la altura del reto que les exige la historia, y se pronuncien ya; es hora de tomar decisiones que nos permitan salir del pantano en que nos encontramos.

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