Razones de la corrupción

Razones de la corrupción

2019-04-15 | Por Freddy Ames

En anterior entrega, analizamos los antecedentes de la corrupción en el Perú. En esta oportunidad, trataremos de explicar las razones por la que ésta persiste, pese al tiempo transcurrido desde la llegada de los españoles a nuestra patria.

 

Desde nuestro punto de vista, la ambición de los conquistadores por enriquecerse obligó a los habitantes sojuzgados del Imperio Incaico a duros trabajos para extraer minerales, sumado a ello la presencia de nuevas y mortales enfermedades y el bajo nivel de nutrición alimenticia, que se generó por la desatención a la agricultura y ganadería, casi producen el exterminio de una gran raza.

 

Según estudios científicos, se ha establecido que, durante los primeros años de vida del ser humano, la adecuada ingesta de alimentos hace que este niño pueda desempeñarse en el futuro con propiedad, desarrollar su inteligencia conforme a índices que la OMS establece dentro del promedio adecuado, así también poder responder con anticuerpos a enfermedades que les puedan afectar más adelante.

 

Sucede que, en nuestro país, la gran mayoría de la población no ingiere la cantidad de alimentos adecuados durante la etapa de la niñez; en consecuencia, el desempeño de estas personas en el colegio y en la vida cotidiana es deficiente, la incapacidad para hacer cálculos matemáticos básicos es notoria y, peor aún, el bajo nivel de comprensión de lectura es clamoroso.

 

La forma más evidente de corrupción en el Perú es la coima. La autoridad que administra recursos económicos de los contribuyentes, por ejemplo, para la construcción de pistas, veredas, carreteras, hospitales, etc., pide un porcentaje del valor de la obra a los proveedores que les adjudicaron la buena pro. Este porcentaje ilegal oscila entre el 5% al 10% y, en algunos casos, llega al 20%.

 

Como resultado, las obras son de pésima calidad, de la noche a la mañana las autoridades acumulan riqueza imposible de sustentar en atención a la remuneración mensual que perciben; círculo vicioso de nunca acabar, autoridad es sinónimo de corrupción.

 

¿Cómo podemos explicar el alto grado de corrupción que observamos en el Perú? Una de las teorías es aquélla que se basa en el bajo nivel de inteligencia, educación y cultura de nuestras autoridades y del pueblo en general. Los países desarrollados como Finlandia, Singapur, invierten en la salud y educación de su gente; saben ellos que un pueblo educado, culto, bien nutrido, es garantía en el tiempo de un sistema administrativo nacional o particular eficiente, transparente y honesto, traducido en la colaboración mutua en provecho de la nación.

 

¿Cómo romper ese círculo vicioso que nos agobia desde hace muchos años? Mantenernos dentro de una democracia es importante, pero ésta sin líderes fuertes y honestos nunca funcionará; entonces, no hay más, los países que dieron el salto hacia el desarrollo atravesaron momentos difíciles, ya sea por participar en guerras que les rompieron el alma, o porque sus líderes tomaron decisiones que nadie se atrevió hacer antes.

 

¿Quién toma decisiones difíciles en favor del pueblo? Aquél que tiene muy alto los valores, aquél que ve más allá de la aritmética simple, aquél que ve al país con visión de futuro, aquél que quiere trascender, inclusive sabe que puede ser acusado y sentenciado; es, en suma, aquél que quiere a su patria; no hay más, un hombre, justo, educado y culto.

 

Creemos que la decisión difícil en el Perú que deberá tomar el próximo líder será la que restablece la pena de muerte para los corruptos que hicieron y hacen del cargo público un botín, para los que contribuyen y contribuyeron a su enriquecimiento y a la destrucción moral del país, y para los delincuentes que, con alevosía y ventaja, matan a sus semejantes.

 

San Isidro, 15 de abril de 2019.

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