¡Qué tal coraza!

¡Qué tal coraza!

2018-12-10 | Por Freddy Ames

El Gobierno de la República Oriental del Uruguay decidió no otorgar el asilo político al ex presidente, Alan García Pérez. Pocos días después, en una improvisada conferencia de prensa, éste señaló que la negativa del Gobierno del Uruguay se debió a presiones políticas internas.

 

Existen políticos en nuestro país que han perdido la noción del tiempo y del espacio donde se desenvuelven, siguen creyendo que nada ha cambiado, que las personas son tontas y que las instituciones actúan como resortes, dependiendo de quién les dé el primer impulso.

 

Este tipo de políticos, si no han muerto aún, están muy próximos a su extinción. Las personas podemos cometer errores y delitos, pero lo valiente y lo noble, dentro de la gravedad de los hechos, es reconocerlos y pedir disculpas.

 

Pensé que, luego de salir de la residencia del Embajador de Uruguay, en Lima, el señor García Pérez haría un acto de contrición y pediría dispensas al pueblo peruano, pues su osadía nos llevó a todos, probablemente, a ser calificados como ciudadanos de un país de tercera clase, donde las leyes y normas no se respetan, y las ideas y expresiones son perseguidas cuando son diferentes al coro común. Lo cierto, una gran afrenta al Perú que, desde hace muchos años, transita por la senda de la democracia.

 

El señor García dice que hoy irá a todas las citaciones a las que le convoque el Ministerio Publico y el Poder Judicial, como siempre lo ha hecho. A Keiko Fujimori le han decretado 36 meses de prisión preventiva por obstrucción a la justicia y por peligro de fuga; el señor García ha hecho lo mismo, ha querido desconocer a la justicia peruana al pedir asilo; en consecuencia, fugarse del país. Si somos consecuentes con el pedido del fiscal José Domingo Pérez, y con lo resuelto por el juez Richard Concepción Carhuancho, la prisión preventiva tendría que ser la medida a tomar en contra del ex presidente.

 

Por su parte, el ex Juez Supremo, César Hinostroza, quien fugó a España, líder de una asociación criminal, decía a un interlocutor en conversación telefónica que lo atendería la próxima semana, pues había sido nombrado representante del Perú en la lucha contra la corrupción y que debía estar presente en Miami para exponer los avances del Poder Judicial en este tema.

 

Hay personas que, por alguna razón que no entendemos, creen que están sobre todos los demás, piensan y sienten que sus actos no serán juzgados por nadie, no importa inclusive si cometen delitos.

 

Esta raza de gente es la que ha gobernado al Perú y ha dirigido las instituciones tutelares. Felizmente, son mortales; algún día ya no estarán aquí.

 

San Isidro, 10 de diciembre de 2018.

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