CADE Ejecutivos 2018

CADE Ejecutivos 2018

2018-12-03 | Por Freddy Ames

Después de varios años regresamos a participar en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), en Paracas. El balneario nos sorprendió con una temperatura de 28 °C y un sol radiante, almorzamos en el hotel y, luego de un baño reconfortante, fuimos a registrarnos y estar presentes en la inauguración de tan magno evento.

 

Paracas alberga hoteles de clase mundial: el ‘Hilton’, ‘La Hacienda’ y ‘El Libertador’, por nombrar los principales. Como en todo el Perú, la inversión y la gestión privada está 3 pasos adelante de la pública que, para el caso de Paracas, no es la excepción a la regla, lo cual es lamentable, ya que este lugar, con su bella bahía, debía ser el lugar de veraneo y descanso de los ricos y famosos del Perú y de Chile, no habiendo necesidad de viajar a la costa norte nuestra, ni tampoco a las playas del Caribe, ni a Miami. Bueno, en otra oportunidad nos ocuparemos de cómo mejorar la exposición del Perú como destino mundial en turismo, más allá de Machu Picchu y del Cusco.

 

Tres exposiciones nos llamaron la atención: la del Presidente, Martín Vizcarra; la del ex Presidente de Colombia, Álvaro Uribe; y, de José Antonio Payet, socio del Estudios de Abogados ‘Payet, Rey, Cauvi y Pérez’.

 

En cuanto al Presidente Vizcarra, reafirmó que en el Perú no existe persecución política, que hay plena independencia de poderes; el Poder Judicial y el Ministerio Público, con sus imperfecciones, siguen funcionando. Tal es el caso, dijo no temer ser investigado por su intervención en el proyecto de construcción del aeropuerto de Chinchero, en el Cusco, cuando fue Ministro de Transportes, en el régimen de PPK. Anunció que la próxima semana se inicia la construcción, “nos imaginamos con el movimiento de tierras”, puntualizó, que se invertirá en lo que queda de su gobierno en infraestructura vial, asfaltando más de 20 mil kilómetros de carreteras a nivel nacional, como también en educación y salud.

 

Lo más importante: mostró el Plan de Competitividad, con miras al bicentenario de nuestra independencia, y, que habiendo la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) preparado un plan similar, indicó que no deben existir dos planes paralelos; lo lógico es que se complementen y tengamos un solo Plan de Competitividad Nacional. En realidad, un buen discurso, a pesar que una amiga de la Contraloría de la República, presente en la Conferencia, no estuvo de acuerdo de que el Presidente haga entrega de un cheque al Gobernador Regional de Piura, pues en dicha región hay graves imputaciones a los funcionarios por malversación de fondos y lavado de activos; dijo que no era correcto poner en manos de estas personas tanto dinero, sin existir un sistema eficiente de control. 

 

Por su parte, el ex Presidente Uribe nos contó que, cuando asumió el cargo de Gobernador de Antioquia, en Colombia, se dio con la ingrata sorpresa de que un porcentaje muy considerable del presupuesto de la Región se destinaba a pagar remuneraciones de más de 15 mil trabajadores y que no había fondos suficientes para obras y actividades urgentes. Señaló que, antes de culminar su mandato, redujo la carga administrativa a 7 mil trabajadores y, que de haberse quedado más tiempo, es muy probable la cifra final hubiera llegado a 2 mil personas. La satisfacción fue que logró invertir el excedente en salud y educación de los más necesitados.

 

Indicó que ya, en su Gobierno Nacional, se adelantó con sus ministros a los pedidos de los empresarios, dándoles facilidades en materia tributaria y en incentivos a la inversión. Señaló que al Perú le ha ido muy bien en la agroindustria, logrando producir más y exportar al mundo productos de calidad, y que ésta debería ser la fórmula a emular por los demás sectores de la economía.

 

Por su lado, el señor José Antonio Payet habló que los directores de muchas empresas, ante un problema que escapa a su capacidad de respuesta, piden a sus gerentes que lo resuelvan a como dé lugar. Se refería, en realidad, a utilizar dinero para comprar conciencias y resoluciones judiciales, y que hay abogados de grandes estudios que se prestan al juego, sabiendo que actúan mal, un mea culpa institucional que dolió y resonó fuerte.

 

Desde nuestra perspectiva, existen 2 tipos de empresarios: los que han hecho empresa a pulso y con mucho esfuerzo; y, los otros, los mercantilistas. Éstos últimos, utilizando influencias en las esferas del gobierno de turno y en el Congreso, consiguieron privilegios económicos que los hizo ricos a expensas de la necesidad del pueblo. Un ejemplo: aquellos empresarios que fabrican y comercializan medicinas a precios 600% más caros que los fármacos que se venden en Europa; una desvergüenza y un verdadero abuso. A éstos los vimos en Paracas como si no pasara nada a su alrededor.

 

La corrupción es el cáncer que nos agobia. Urge que el Congreso modifique las normas que permiten privilegios indebidos. El pueblo no puede perjudicarse por actos de corrupción que, en algún momento, blindó a malos empresarios. Sería importante que la CONFIEP también los denuncie.

 

San Isidro, 03 de diciembre de 2018.

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