2018-03-19 | Por Freddy Ames
Atravesamos el país de norte a sur, de este a oeste, y el sentimiento popular es el mismo, la mayoría de las autoridades elegidas por voto popular han claudicado ante la delincuencia o pertenecen a ella, nos referimos a malos alcaldes y peores gobernadores regionales. Estas autoridades, pese a las altas sumas de dinero que reciben, mantienen la infraestructura en las ciudades y pueblos que administran en pésimo estado, la corrupción campea y la desazón comienza a tomar cuerpo.
Nos preocupa que siendo el Perú un país con ingentes recursos económicos se vea afectado desde hace varios años por el signo de la corrupción, nos preocupa que las más altas autoridades de la patria consideren que estos hechos son irrelevantes. Nos referimos, por ejemplo, a las declaraciones del presidente PPK quien señaló que la actuación de la empresa Odebrecht en el Perú fue un tema menor y que debemos voltear la página.
Odebrecht, para torcer la voluntad de las autoridades del Estado, las sobornó con total desparpajo, fue así como consiguió favorecerse con la construcción de obras. Luego, para recuperar lo invertido, en complicidad con estas autoridades suscribieron adendas para incrementar el precio ofertado, y el círculo vicioso continuó por años.
La próxima semana, el Congreso votará por segunda vez la destitución del presidente de la República PPK. Los cargos son muy graves: Beneficiarse económicamente por pagos realizados por Odebrecht, al haber obtenido dinero él y sus empresas producto de su actuación como Ministro de Estado en el gobierno de Alejandro Toledo, es decir, asesorías, estudios de estructuración financiera, etc. que pudieron ser realizadas por cualquier empresa, pero por arte de magia las efectuó las empresas West Capital o First Capital, las cuales se encuentran ligadas a PPK.
PPK, dice que no hay nada ilegal en la actuación de sus empresas. Seríamos ingenuos si creyéramos que éstas obtuvieron el favor de Odebrecht por sí solas, cuando la presencia de PPK como Ministro de Estado o Presidente de Pro Inversión hace muy probable la influencia en la decisión de escogerlas.
Podríamos escribir mucho más, pero la vergüenza y la pena nos acoge. Casi todos aquellos que han llegado a ejercer un cargo político en el Perú, en las distintas instancias de gobierno público, han tenido un solo objetivo, lucrar y hacerse ricos, no importando que su municipio, región o país se debatía en la informalidad y el subdesarrollo, y el pueblo en la pobreza extrema.
Creemos que si a PPK le queda algo de decencia, debe renunciar, la vacancia es un mero trámite, el pueblo ya se pronunció, mantenerse en el cargo haría más daño que aquel que espera superar.
Freddy Ames
Lima, 19 de Marzo de 2018