Hemos tenido el privilegio de estar presente y observar la visita de dos Papas al Perú, la del Papa Juan Pablo II “El Papa Charapa” y ahora la del Papa Francisco. Quedamos impactados por la capacidad de comunicación del Papa Juan Pablo, por su bondad y dulzura al expresarse, y sorprendidos por su valentía al haber llegado a nuestra patria en momentos muy difíciles, cuando el terrorismo y la violencia eran el signo de referencia; su mensaje fue alentador y de esperanza, lo recordamos con gratitud, admiración y respeto, un Papa ejemplar.

El Papa Francisco, salió del molde, es el Papa del pueblo, lo sentimos, sabe quiénes somos, le gusta el fútbol y reconoce a sus referentes, se acerca a ellos. El protocolo existe, solo cuando es necesario, sus discursos llegan al alma, no tiene ataduras, denuncia a los corruptos, a los que deterioran el medio ambiente, a los que abusan de los niños, y se inclina ante los enfermos, ancianos y discapacitados; les dice “los abandonados”, reclama “ellos necesitan atención y respeto”.

Consideramos al Papa Francisco, el papa de nuestro tiempo, un hombre inteligente que convoca a las personas para hablarles de la fe, aquella que se predica en el campo, “seamos ovejas, hagamos lío, dejemos la comodidad y busquemos y trabajemos con nuestro rebaño”.

Soy católico desde nacimiento; creo en Dios como ser supremo; la nada, nada crea; creo en la inmensa sabiduría de Jesús de Nazaret, el elegido para hablarnos de amor y reconciliación, y también creo que la iglesia cristiana debe tener un liderazgo fuerte y alentador.

No renegamos de ninguna otra religión, todas conducen hacia Dios, pero reconocemos que ninguna tiene el alcance de la iglesia católica; que es cierto, esta venida a menos por algunos malos curas y porque otros prefieren el retiro cómodo en la sacristía que optar por la labor pastoral en el arenal o la selva inhóspita.     

Nuestro país, es lo que es por sus dirigentes políticos, desde que tengo uso de razón, casi todos llegaron al poder para lucrar y hacer del Estado un botín, la llegada del Papa Francisco, nos da fe y esperanza, no todo está perdido, debemos luchar para hacer del Perú un país grande y justo, debemos combatir al grave flagelo que nos agobia que es la corrupción, ese cáncer debe ser extirpado de raíz para siempre.

Agradecemos vuestra visita al Perú Papa Francisco, rezaremos por usted.

Freddy Ames

San Isidro, 22 de enero de 2018